miércoles, 26 de febrero de 2014

ENTREVISTA A CHIMO BAYO:
“Entre semana la gente recogía naranjas y el finde bailaba la última vanguardia europea”


En Valencia no ganamos para sustos. Igual nos cierran Canal 9 que nos abren una exposición de la Ruta del Bakalao en el MuVIM, uno de los museos más fardones de la ciudad. Tomando prestadas las sabias palabras de Chimo Bayo, parece ser que así nos gusta a nosotros: todo a lo loco.

La exposición Ídolos Pop, que se inauguró el pasado 28 de noviembre y termina el próximo 9 de marzo, ha batido récords de asistencia en Valencia, logrando devolver a miles de nostálgicos y curiosos coterráneos el ímpetu de aquella ruta.


Una exposición que reivindica un fenómeno social que los medios de comunicación de aquella época no trataron de analizar, optando por rellenar sus parrillas con simple comidilla sensacionalista.

 Un fenómeno que esperaba pacientemente su redención. Y que llega casi 35 años después de que la primera de las discotecas ruteras, Barraca, abriera sus puertas y convirtiera en popular e indispensable el desairado arte de bailar hasta el amanecer. Barraca cambió las reglas del juego, acabando con las anteriores opciones de ocio nocturno de la ciudad, herederas de cierto tufillo del pasado. Ante la aceptación popular de esas nuevas reglas, decenas de discotecas vieron y subieron su envite, abriendo más y más salas: empezaba la Ruta del Bakalao.



Una ruta que tenía algo de cofradía cósmica, de culto de los elegidos, y que era frecuentada por todas las tribus urbanas que hasta ese momento habían evitado verse las caras en un mismo local: mods, punks, rockers y skins se congregaban en las pistas de baile, probando las mieles de la mescalina, con la que se hacían amigos en cuestión de segundos como por arte de magia. Una magia química desconocida hasta entonces.

Un espectáculo valenciano de lo más fallero y carnavalesco, que invitaba a jugar durante un fin de semana a todo aquél que quisiera hacerlo. Y que con los años fue poco a poco perdiendo sus aires vanguardistas y también el norte: la masificación, los excesos variados y el uso del coche para moverse de una sala a otra fueron volviéndola cada vez más peligrosa.

 Para entender todo este jaleo, hemos querido entrevistar a Chimo Bayo, protagonista indiscutible de aquella época y cuyo hit Así me gusta a mí, puso, literalmente, a todo el mundo a bailar. Le citamos en el MUVIM y llega puntual. Toma asiento, nos pregunta qué tal nos va y sonríe. Y sonríe porque seguramente no se imagina que le vamos a quitar toda la tarde. Una tarde en la que se mostrará como lo que es: un tipo encantador.  



¿Cómo le describirías a un anciano portugués que no sabe nada de la ruta, quién es Chimo Bayo?

Le diría que soy alguien que ha tenido el placer de hacer felices a miles y miles de personas. Como DJ y productor, creo que es lo que más importante y lo que más me caracteriza, aunque muy poca gente se pare a pensar en ello. Luego seguro que después de pasarlo tan bien, se ganaban una bronca de sus padres por llegar tarde a casa, pero eso ya es otra historia. 

La primera etapa de la Ruta del Bakalao a principios de los 80, cuando ni siquiera se llamaba así, fue muy diferente a lo que vimos por la tele a mediados de los noventa. ¿Cómo fueron aquellos años?

Había mucha vanguardia. Los DJ’s empezaron a innovar a finales de los 70 y en las discotecas se ponía lo último de lo último: David Bowie, Spandau Ballet, Soft Cell... Y con ellos empezó la modernidad, las ganas de innovar. Había una cosa muy interesante que hacía Carlos Simó, un DJ de la discoteca Barraca: cuando un tema sonaba en la radio, rompía el vinilo en directo y no se volvía a escuchar. Eso es algo muy valenciano, muy radical. Y simboliza muy bien las intenciones que había entonces: si la canción se hace comercial, la matamos y hasta aquí ha llegado.

Yo empezaba como DJ novel, y me iba creando mi estilo: empecé pinchando funky, new romantic, techno...  y las cosas que pasaban en Barraca y otras discos te ayudaban  a creer que eso era lo normal, aunque no lo fuera. Lo extraño y lo moderno se convertía en habitual. Y como molaba tanto, se fue alargando la fiesta. Apareció la mescalina, a la que incluso se le han dedicado canciones, que ayudaba a mantener ese buen ambiente.

En general fue una cosa muy valenciana, creo que la ruta tuvo que ver mucho con nuestra idiosincrasia. Aquí era todo buen rollo, todo el mundo estaba invitado. La movida madrileña era más de Jet Set, aquí éramos 70.000. Era el propio pueblo: gente que bailaba la última vanguardia  europea el finde, como los Front 242, y entre semana recogía naranjas. Terminó siendo un auténtico movimiento social, que es algo digno de ser valorado. Pero nada, que parece que a los valencianos nos persigue la mala fama, no sé por qué. Total, si sólo construimos monumentos que valen millones de euros y los quemamos.

Y en ese contexto de variedad musical que nos cuentas, ¿en qué punto aparece la música máquina? ¿Qué tenía aquella música que no tuvieran las demás y que hizo que casi todas las salas terminaran pinchándola? 

La música fue evolucionando a partir de la variedad de estilos de los 80. Y en esa época se hablaba mucho del futuro, decíamos que veníamos del espacio y usábamos lo de música máquina en contraposición con lo humano. Lo llamábamos electro, aunque también máquina, y terminó siendo una variación más cañera, más intensa, más de fiesta que lo que había antes. Supongo que por eso se impuso. En mi caso, creo que con mi voz y eso de hablar por el micro con el público, lo hacía un poco más comercial y asequible para la gente normal, al estilo Bayo. Creo que ese es uno de los valores interesantes en mi carrera como profesional. 

Hablando del tema del futuro, supongo que de ahí vienen las escenografías espaciales, tus trajes y tus luces… 

Sí, la imagen que llevo, con las luces y todo el rollo, representa que venimos del futuro. Siempre me ha gustado el concepto de lo vintage adaptado al futuro. Empezamos utilizando ciertas protecciones que tenía de mi época de motocross. Las pintamos de plata y salía como un androide. Y desarrollé ese estilo apocalíptico. Las luces eran para buscar en la oscuridad apocalíptica. Era un estilo muy Blade Runner, muy Mad Max, muy Alien. Antes de utilizar las gafas con las luces, utilicé un foco de minero. Y antes de lo de minero, cogía un foco de la discoteca, me subía de pie encima de los platos y me gustaba que alguien moviera una luz entre el humo. Porque para que haya oscuridad tiene que haber luz. Era una cosa que la mayoría de la gente no entendía, sobre todo los dueños de las salas, pero al público le gustaba.  


Venías de ser piloto de motocross, de llevar una vida de gimnasio, muy sana… ¿cómo acabaste subido a una mesa de platos con un foco de minero?

Yo quería ser campeón de España de motocross, y seguramente lo hubiera sido, porque era muy bueno corriendo. Pero tuve un accidente que truncó mi carrera y me dejó sin ganas de nada. Me quedé bastante tocado, porque tenía sólo 18 años. Había dejado los estudios y para mí la moto y el deporte era lo único que había. Físicamente estaba muy bien preparado, pero no lo estuve psicológicamente para lo que me pasó. Imagínate estar años preparándote para un evento y que poco antes te pase algo así.

Total, que un día mis amigos me llevaron a una discoteca. Yo no solía frecuentarlas, porque no me gustaban. Así que allí estaba yo en la pista de una discoteca, con mis muletas, molestando a la gente porque se tropezaban conmigo. Me sentía muy fuera de lugar. Tanto que me fui a la cabina para no molestar y estuve viendo cómo pinchaba el DJ. Un día los dueños me pidieron que le sustituyera por unas horas. Cuando regresó, les dijo que había ganado un concurso y que quería cobrar más. Los dueños de la sala le dijeron que no y le despidieron. Y claro, me quedé yo porque no había nadie más. Esto fue en el verano del 80. A partir de aquí empecé a pinchar tardes y noches sin parar. 

¿Fue difícil sacar tu primer disco?

Fue difícil, sí. Los de la discográfica me dijeron que el Hu-Ha y el Chiquitán no iban a pegar. La letra no les gustaba nada de nada. Y al final me sacó el disco la compañía que más me odiaba en Valencia: Área Internacional.

Cuando el disco reventó, empezaron los problemas. Yo como artista sólo quería sacar el disco y que se escuchara, pero me rodeé de gente con muy malas intenciones. Los de la discográfica me dijeron que tenía que firmar nuevos contratos muy dudosos. Yo no quería, claro, y me dijeron que si no lo hacía sacarían discos con mi nombre y sin mi consentimiento, porque ellos habían patentado el nombre. Fue todo un follón, pero al final me dieron la razón en el juicio. No fue muy difícil, porque me llamo Chimo Bayo [risas]. Y ellos terminaron haciendo un ridículo horrible. Aún deben dinero a mucha gente.  

Parece que no has tenido mucha suerte con esto de las compañías. Hace poco comentaste que te la pelaba que MIA te hubiese copiado, dime que al menos te pagaron derechos por aquel anuncio de atún.

Sí [risas]. Y es verdad que no vi ni un duro de lo de MIA, mañana iré a la SGAE a ver qué. Pero del anuncio de atún sí que me pagaron, ¿eh? Ahí sí. Me hace mucha gracia imaginarme al señor publicista presentando aquella campaña loca ante los directivos. Sacatun que pen que summum que tun. Los señores del atún mirándose en la reunión, sin saber dónde meterse. Porque leí por algún lado que a los empresarios no les gustaba, aunque luego subió un 5% en ventas. Y luego pienso en los pobres hombres del bacalao congelado, en plan:” ¿cómo cojones no se nos ocurrió a nosotros?”. En fin, al parecer el estigma ese de la ruta, según el cual todos éramos asesinos en serie, a la canción no le ha perjudicado, al contrario. 

Ya estamos con el Así me gusta a mí: es 1991 y tu temazo marca el momento álgido de la movida valenciana. Recuerdo cantarla con siete años, y era una canción sobre drogas. Todo el mundo lo hacía. ¿Cuál es la historia detrás de ese hit? 

La canción no fluyó en un día. Yo en el 82 ya cantaba el chiquitán, y me lo guardé por si en algún momento hacía algo propio. Entonces hice el Ráyate, el disco de mezclas. Durante un año estuve improvisando letras encima de bases que ya existían y lo más importante de todo es que lo hice con el público, grabando sus voces diciendo Exta sí Exta no. Porque quería que la gente que había estado en mis sesiones participara. Y en El Templo un día reunimos a 6000 personas, les di indicaciones y grabamos. Es una de las cosas más bonitas que me han pasado. 


¿Cómo llevaste que tu canción sonora por todos lados, en todo el mundo? 

Yo es que soy un chaval con una educación muy clásica, muy de la vieja escuela. Lo primero era hacerlo todo bien. Siempre he tenido el reflejo de mis padres y sobre todo quería que se sintieran orgullosos. Claro, era el primer descendiente de la estirpe que se metía en cosas artísticas. Y eso no es fácil. Creo que lo más importante es hacer lo que quieras, pero hacerlo bien y que la familia esté al tanto de todo.

A partir de este momento en 1991, la ruta empezó a desmadrarse: los empresarios quisieron sacar tajada rápido, las discográficas sacaban discos como churros, no se cuidaban los temas, se instauró el Sonido Valencia, se abrían más y más salas, la calidad de las drogas disminuía... ¿Empezó el bajón? 

Cuando salió la canción, la ruta ya estaba masificada. Antes de que los medios dijeran nada, la gente venía de toda España. Cuando en televisión empezaron a emitirse las imágenes, sacaron lo peorcito de la gente. Es como si yo me voy a un bar y grabo al más desfasado, pues la moraleja es que los bares son malos. Pero bueno, es innegable que al final estaba petada de gente, y no se podía controlar mucho. Y por otro lado había muchos intereses, porque se movía mucho dinero: ya no sólo las discotecas, sino los relaciones públicas, los que diseñaban los carteles, los de sonido, los que vendían las bebidas… Era Pan y Circo tal cual. 

¿Cómo fue volver a la normalidad después de aquello? 

Fue bastante natural, como la subida. Soy muy consciente que lo que pasó fue una excepción: sacamos una canción sin ningún tipo de apoyo, ni siquiera el de la discográfica, pero que llegó en el momento justo.  Creo que mi imagen transmitía la libertad que hacía falta, porque siempre intentaba enfocarlo todo desde un punto de vista positivo: “bienvenidos al futuro, seres extraños de un planeta que se extingue. Destino: la Tierra. Propósito: bailar sobre ella”. Todo eran metáforas de libertad, que era lo que primaba entonces. Pero vamos, que no inventé nada, ya lo hacía Nino Bravo cuando cantaba Libre en la época de franco.              


Es inevitable  verte como alguien con energía, que va muy a tope todo el rato. ¿Eres así en tu día a día?

Esto ya me lo han dicho alguna vez.  Cuando he terminado de actuar y me he mezclado con el público: “Tú eres Chimo Bayo. Pues hablas muy normal, no parece que seas tú” [risas]. Soy más normal de lo que parece. 

Has vendido miles de discos, nº 1 en Japón e Israel, presentaste un programa de televisión, otro de radio, has colaborado con algunas de las personas más molonas de este país: Buenafuente, Berto, Fangoria, La Hora Chanante... ¿hay algo que te dé miedo probar?

Creo que ser un poco inconsciente es bueno. Porque cuando eres muy bueno o sabes mucho de algo, pierdes la frescura del principio. Cuando me metí en televisión llevaba muchos años pinchando y al final estuve siete años en tele. Luego me llamaron de festivales alternativos, como el FEA, y desde entonces no hemos parado. Ahora mismo estamos cerrando actuaciones para este año, preparando un nuevo disco y un documental. Pero lo que más me gustaría es hacer de loco en algún corto. Porque normalmente me hago el normal, pero en realidad estoy un poco loco. [Risas]

¿Cómo te quedaste cuando te dijeron que ibas a ser protagonista de esta exposición? 

Ha sido increíble. La exposición ha batido récords de asistencia de todas las exposiciones de todos los museos de Valencia. Y yo estoy muy agradecido de que la gente haya venido a verla y por supuesto de que la hayan montado. Podrían haber pasado años, podría estar muerto y que nadie lo hubiera hecho. Pero gracias a la Diputación de Valencia y al comisario Luis Fernández la han tirado adelante. Se la han jugado, y les ha salido bien. Y es que en la vida hay que jugársela. A veces saldrá bien, y otras saldrá mal. Pero ésa es la gracia. Es como el Exta sí y el Exta no.


Si quieres escuchar los últimos remixes de Chimo Bayo pincha aquí.


Un reportaje de Arti Montoya
Fotos: Álex Montoya

Para leer más artículos escritos por esta valenciana de pro podéis visitar su blog personal: Diarios de una mamarracha, dónde ofrece su particular visión de lo que le rodea allí donde va. 















jueves, 13 de febrero de 2014

Murciano Total: 
"Cada canción está inspirada en alguna historia que ha ocurrido en Murcia"


Lena y Sema, Murcia y Jaén. Uno de los grupos que más expectación ha levantado en los últimos tiempos responde a nuestras preguntas mientras terminan de rematar el que será su primer álbum. No quieren desvelar demasiado pero aquí van algunas pistas  sobre su futuro inmediato.

Me gustaría que para empezar hicierais una pequeña descripción para no enterados de qué es Murciano Total.
Murciano Total son Lena y Sema que graban en casa cancioncillas para pasar el rato.

¿Cómo y cuándo nace el proyecto? ¿Por qué ese nombre?
Murciano Total nace en las navidades de hace dos años como respuesta a una felicitación navideña de unos amigos por Facebook, de ahí nacióPastores Venidnuestra primera canción/villancico.
El por qué de Murciano Total fue porque teníamos que ponerle un nombre y se nos ocurrió ese mismo. No le dimos muchas vueltas a la cabeza., con el tiempo ha tomado mas sentido el nombre, ya que cada canción esta inspirada en algún personaje o historia que ha ocurrido en Murcia.

Viendo cómo habéis ido lanzando maquetas poco a poco da la sensación de haber querido ir sobre seguro… ¿El grupo se crea con una vocación de continuidad u os estáis dejando llevar según vais viendo la reacción del público ante vuestros temas? ¿Estrategia? ¿pereza? ¿falta de tiempo?
En realidad las canciones se iban colgando según surgían, también dependían de si aparecía algún tema que nos pareciese interesante.

Para muchos medios y público erais considerados grupo revelación del año con apenas unas maquetas grabadas… Obligada pregunta: ¿esperabais una tan buena acogida? 
Para nada, esto lo hacíamos para compartirlo con nuestros amigos por lo que no esperábamos nada.

Son muchas las posibles influencias que se me vienen a la cabeza al escuchar vuestras canciones pero una en concreto se repite entre conocidos, y es la de Family. No solo en lo estrictamente musical, también en el halo de misterio que os rodea … ¿Es algo premeditado? ¿inseguridad? ¿un juego?
Nos gusta Family, pero no creo que sea una influencia para Murciano Total, como ya te he comentado nos lo tomábamos como un juego, un divertimento.


La ausencia de directos hasta el momento contribuyen a ese misterio que os rodea. ¿no os veíais preparados para ello?
Ni nos habíamos planteado tocar en directo, todo cambió a partir de fichar por El Genio Equivocado.
Hace un par de meses la gente del Microsonidos nos propusieron tocar en su festival, y creímos que era el mejor sitio para dar el primer paso al directo, la verdad es que todavía estamos preparando cómo será el concierto, siempre con todas esas dudas que se tiene al ser el primero. ¿Quién sabe? Lo mismo es también el último.

Como decís habéis fichado por El Genio Equivocado, que ha recopilado en cassette todas vuestras maquetas, y que va a publicar este año vuestro primer disco de estudio. ¿Cómo nace esa unión? ¿quién se pone en contacto con quien? 
Nos mandaron un email diciéndonos que estaban interesados por nosotros y que querían publicarnos un Lp, la sorpresa fue mayúscula, ni se nos había pasado por la cabeza que ellos se interesaran por nosotros, es un sello que nos gusta mucho.
No habíamos mandado nada a nadie y ni siquiera teníamos localizados todos los audios de la canciones, lo que fue una epopeya reunirlas todas para la cassette.
 La verdad es que lo pensamos bastante antes de aceptar, ya que eso implicaba tomarnos más en serio a Murciano Total.


¿Es cierto el rumor que corre de que son vuestros perros los auténticos responsables de las canciones y vosotros meras marionetas que dan la cara para evitar un escándalo en Murcia y alrededores?
Es totalmente cierto, pero esto creo que no deberías ponerlo, ellos son muy humildes y prefieren seguir en la sombra.

Contadnos cómo va la preparación del disco. ¿En qué punto está?¿Os habéis puesto alguna fecha límite de lanzamiento?
Empezamos a grabar en Diciembre e iremos grabando las canciones que surjan hasta finales de Marzo, que es la fecha que nos hemos puesto de tope, de ahí elegiremos unas 11 canciones.

Por último decidme algo que tengáis mucha ganas de contar y no os haya preguntado.
Que nos perdones por tardar tanto en contestar esta entrevista.

Podéis escuchar a Murciano Total pinchando aquí


Fran Martiáñez